Las flores del clavel suelen durar mucho, pero el cultivo de la planta es muy
delicado, ya que puede ser atacada fácilmente por varias plagas, como ácaros,
pulgones y hongos que pueden manchar sus flores.
El clavel es la flor oficial de España, y también es uno de los símbolos del
estado de Ohio, en Estados Unidos. Colombia es el principal productor de
claveles en todo el mundo, y algunos agricultores han llegado a crear un clavel
azul. Además, en 2016 este país latinoamericano, logró el primer lugar como
proveedor de claveles de Japón, con 199,8 millones de flores.
Las flores de los claveles son comestibles. Además, algunas personan creen que pueden
atraer fuerza y protección, por lo que mantienen la flor siempre cerca a la
puerta de sus casas.
En Portugal,
en 1974, hubo un levantamiento militar llamado "La revolución de
los Claveles", que provocó la caída de la dictadura de António de Oliveira
Salazar. El nombre se debe a que en una concentración que se llevó a cabo en
Lisboa, una mujer que iba cargada de claveles le dio una flor a un soldado, y
este lo puso en su cañón, como símbolo de que no deseaba disparar. Sus
compañeros lo siguieron colocando un clavel en sus fusiles.
Hay un
libro de 1836 llamado “El romance de la naturaleza” donde aconsejaba tener
cuidado de transmitir mensajes erróneos con los claveles, ya que, si un hombre
entregaba una clavelina radiante a una dama, le estaba suplicando que sea su
esposa, pero si la mujer respondía obsequiando otro clavel, estaba denegando la
petición.
La
época de plantación o trasplante de la planta del clavel es en primavera. Necesita
estar expuesta directamente a la luz del sol y debe tener un riego frecuente.
Aconsejan que sea de tres veces por semana en verano y una o dos el resto del
año. La planta resiste heladas de hasta -4°C.