Un poco de inspiración

María Elena Walsh (1930-2011) fue una cantautora y escritora argentina, que destacó por sus canciones y sus cuentos infantiles, aunque también es autora de varias canciones para adultos. Algunos de sus temas más conocidos son de la década del 60, sin embargo, todo niño argentino ha escuchado alguna vez una de sus canciones o le han leído alguno de sus cuentos.

Dos mis canciones favoritas hablan de flores. Una es “Canción del jacarandá” (1967) y la otra “Canción del jardinero” (1963). Haciendo memoria, creo que mi gusto por las flores comenzó ya siendo muy pequeña, no solo por estas canciones, sino porque en el colegio nos enseñaban a plantar flores. De esos breves recuerdos que quedan del jardín de infantes, se me viene a la mente que llegando la primavera plantamos pensamientos en el patio de la escuela, y que nos explicaron como regarlos.

Les dejo la letra de “Canción del jardinero” (Del disco “Canciones para mirar”, de 1963) y si quieren escucharla aquí irán hacia Spotify.

Mírenme, soy feliz
entre las hojas que cantan
cuando atraviesa el jardín
el viento en monopatín.

Cuando voy a dormir
cierro los ojos y sueño
con el olor de un país
florecido para mí.

Yo no soy un bailarín
porque me gusta quedarme
quieto en la tierra y sentir
que mis pies tienen raíz.

Una vez estudié
en un librito de yuyo
cosas que sólo yo sé
y que nunca olvidaré.

Aprendí que una nuez
es arrugada y viejita,
pero que puede ofrecer
mucha, mucha, mucha miel.

Del jardín soy duende fiel,
cuando una flor está triste
la pintó con un pincel
y le toco el cascabel.

Soy guardián y doctor
de una pandilla de flores
que juegan al dominó
y después les da la tos.

Por aquí anda Dios
con regadera de lluvia
o disfrazada de sol
asomando a su balcón.

Yo no soy un gran señor,
pero en mi cielo de tierra
cuido el tesoro mejor
mucho, mucho, mucho amor.